Visitar la Alcarria no solo te brinda la oportunidad de degustar esta miel, sino también de sumergirte en la historia y el proceso artesanal que se esconde tras su producción. En pueblos pintorescos como Brihuega o Pastrana, puedes encontrar pequeñas empresas familiares que ofrecen experiencias turísticas. Desde visitas guiadas a colmenas hasta talleres interactivos donde puedes aprender a extraer tu propia miel.

El turismo en la Alcarria ha crecido de la mano de su reputación como una zona apícola destacada. No es raro encontrar festivales dedicados exclusivamente a la miel, ferias gastronómicas y rutas turísticas temáticas centradas en este producto. Además, dicha miel cuenta con una Denominación de Origen Protegida (DOP), lo que refuerza su atractivo turístico.
Los visitantes no solo buscan probarla, sino también conocer cómo se elabora, la importancia de las abejas en el ecosistema local y las prácticas sostenibles que preservan este oficio ancestral.