La provincia de Lugo, en el corazón de Galicia, es un auténtico paraíso para los amantes del turismo enogastronómico. Entre verdes paisajes y costas escarpadas, sus mesas rebosan de productos autóctonos que hablan de tradición, territorio y sabor. Desde los mariscos frescos de la Mariña lucense hasta las carnes gallegas con sello de calidad, pasando por quesos emblemáticos como el de San Simón da Costa o el de Cebreiro, cada bocado es un homenaje a la tierra. Las recetas ancestrales, como el caldo gallego, el lacón con grelos o el pulpo á feira, conviven con propuestas más innovadoras que revalorizan lo local desde una mirada contemporánea.

El vino también tiene su lugar protagonista, especialmente en la Ribeira Sacra, donde los viñedos se aferran heroicamente a las laderas del Sil y el Miño. Allí nacen mencías y godellos con carácter, fruto de una viticultura casi artesanal que conecta paisaje, historia y sabor.